Dada la importancia que tiene fomentar una buena relación profesor-padre-alumno, resulta imprescindible proponer actividades que incrementen la participación de los progenitores en los centros educativos.
La comunicación entre los padres y profesores debe ser frecuente, puesto que ambos tienen un mismo objetivo: la educación del menor. Las implicaciones de estos referentes en el desarrollo del niño deben ir de la mano. Solo trabajando unidos se explotará todo el potencial del individuo y resolverán los problemas que puedan surgir durante el proceso.
Las medidas que planteo para aumentar la intervención de los padres y las madres en las escuelas son:
- Las interacciones, entrevistas o tutorías entre ellos deberían ser cada dos semanas, con el fin de analizar el progreso del niño.
Es habitual que la tutoría esté destinada a abordar un problema, dar malas noticias o atender cualquier queja. Eso debe desaparecer. Los profesores citarán a los padres simplemente para tratar la evolución del niño, tanto si es positiva como si no lo es.
Un seguimiento tan exhaustivo permite detectar problemas: de aprendizaje, con el resto de compañeros, incluso en el núcleo familiar. No podremos llegar a nuestros alumnos o comprenderlos si no nos acercamos a las familias.
Este arduo trabajo permitirá explotar el potencial del menor y alcanzar su desarrollo íntegro.
- Hasta ahora las reuniones con los padres eran únicamente al comienzo de cada trimestre. En estas reuniones se les informaba de aspectos muy genéricos del curso escolar.
En esta propuesta, las reuniones serán cada mes. Los progenitores serán informados de proyectos que se llevarán a cabo en cada asignatura. Además se les invitará a participar y formar parte de ellos.
Cuando se estrecha el vínculo y los padres reciben información detallada de las actividades que van a realizar y cómo pueden colaborar, la implicación y el interés aumenta.
- Se consultarán con los progenitores los proyectos que se plantean para sus hijos. Estos participarán activamente en la decisión de llevarlos o no cabo. Esta responsabilidad y trabajo en equipo permitirá que todos se sientan parte del proyecto, unidos con un mismo propósito. Además aumentará sus ganas de aportar nuevas ideas y sumergirse por completo en los planes.
- Como maestros debemos ser compresibles y empáticos con las circunstancias personales de cada familia. Algunas tendrán más dificultades y sus horarios serán incompatibles con los del colegio. Por ello, trataremos de adaptarnos a ellos. El profesor podrá aceptar tutorías a una hora fuera del horario, de manera excepcional.
- Se organizarán encuentros como:
- Excursiones.
- Comidas.
- Yincanas.
De nuevo trataremos de adaptarnos al horario de los padres. En el caso de que el menor no pueda venir acompañado de ningún progenitor o tutor legal, esto no será un problema. Otro adulto, con la autorización pertinente, podrá acompañar al niño.
Ningún niño debe quedar excluido de las actividades y juegos que se lleven a cabo en la escuela.
Pese a que la mayoría pueda a una determinada hora, no podemos olvidarnos de las minorías. Se organizarán los encuentros a distintas horas, de manera que todos tengan la oportunidad de vivirlo y disfrutarlo.
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