Las corrientes
teóricas de la desescolarización son definidas como el conjunto de reflexiones
y propuestas pedagógicas llevadas a cabo por un grupo de autores al comienzo de
los años setenta. Algunos de los principales autores vinculados a este
movimiento pedagógico son: Iván Illich, Everett Reimer, Paul Goodman y John
Holt. El objetivo que perseguían era derrocar el predominio de las
instituciones escolares en las sociedades occidentales e impedir su expansión
en el resto del mundo.
Las escuelas
promueven estándares uniformes para la evaluación y planificación del
conocimiento y aprendizaje de los alumnos y las alumnas. Un Sistema Educativo
tan restrictivo impide todo cambio político, económico, social y cultural.
Pese a las múltiples corrientes que defienden la desescolarización, la escuela cumple con un papel fundamental:
La metodología o
recursos didácticos son imprescindibles para fomentar y motivar el
aprendizaje del alumno. Los maestros disponemos de esos métodos pero no todos
los padres tienen las herramientas apropiadas que favorezcan el aprendizaje e
interiorización de los contenidos a sus hijos.
La educación en
casa limita considerablemente la visión y perspectiva de los menores, quienes
tan solo dispondrán de la opinión de sus padres sin contemplar puntos de vista
diferentes.
El objetivo principal de la educación es enseñar para un mundo que no para de cambiar, se debe enseñar a aprender, no solo
conocimientos que pueden estar obsoletos. Pero la pregunta es, ¿realmente el
sistema educativo o las teorías de la desescolarización siguen esta idea? Hay
diversas opiniones sobre esto.
En un contexto de
crisis profunda del sistema capitalista y en un periodo de tiempo gobernado por
las nuevas tecnologías de la información, conocidas como TIC, ha llegado el
momento de replantearse los pilares de la pedagogía y las posibilidades de
cambio que ofrece un sistema, en clara decadencia. Son muchas las corrientes y
autores que critican la labor de la escuela, aunque también existe quienes la
defienden.
Las instituciones
educativas son instancias que contribuyen con gran eficacia a conformar y
transmitir principios teóricos, fomentar el aprendizaje y facilitar la
socialización entre iguales. Lo cual no le exime de los múltiples cambios que
dichas instituciones deberían hacer para mejorar su efectividad e impedir que
corrientes de desescolarización logren acabar con ellas.